Oporto

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Brilla el sol en el quinto pino. Un sol de justicia. Sol de gaviotas que van de aquí para allá o a ningún lado. Como yo. Un sol estúpido de olor a pescado y de fantasmas muertos de risa aquí conmigo sentados.


(¿Reventándome los pies apagaré algún incendio?)

Al oir la puerta cerrarse, quiso decir algo importante ...

siempre llega tarde.

Aunque todo va a dejar de tener sentido

será mejor cerrar los ojos

apretar los dientes

contar hasta diez

y desearte suerte.

(Botiquín de primeros auxilios para sordomudos)

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No hay nada que temer, chica espejo

vas a ver

ya sé como hacerlo

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A menos de un palmo de tí

lo mejor será aguantar quieto

quedarse sordo

permanecer mudo.

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Se levantó antes de que alguien contara hasta diez. Y al verse de nuevo en pie se sintió tan feliz que por un instante olvidó sus heridas ... y se vió ganador, y creyó poder resistir.

Prepárate tontorrón! ... este combate nunca termina.

Pobre perdedor! ... que calientas todas las camas, pero nadie calienta la tuya.

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(En el fondo tengo miedo cuando unos ojos me buscan)

Nada se estrella en mi cabeza

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Ahora ya puede volver...

Al subirle la falda entró en un calabozo

dejó de ser libre.

Debe tener cuidado

de los lugares donde no se debe entrar

de los que es mejor no salir.

(El fin de la supremacía de tus braguitas de colores)

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Te vas.

Y no he pensado en cortarme las venas
ya no me quedan.

Albert, 18:24h

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Empiezo a accidentarme
a debilitar las supremacías
de las exaltaciones de la razón
a empezar a escribir
y a tachar lo escrito

...a pensar (y a querer dejar de existir)